Este es un postre individual, para cuando no somos muchos a la mesa, que evita los farragosos cortes, las migas, los desmoronamientos... cómodo de servir, vamos.
Es sencillito:
una placa de hojaldre.
unas frutas frescas.
un poco de azúcar.
y una crema que podemos hacer con yogur azucarado y mascarpone. A mi me salió muy líquida, por que no puse mascarpone. Pero con más cuerpo, tiene que estar mejor.
Estiramos la placa de hojaldre, le pasamos el rodillo y la cortamos en rectángulos. Los colocamos en la bandeja de horno con papel de horno debajo y encima. Y encima del papel ponemos otra bandeja que pese, y así el hojaldre no sube y se queda crujiente y diferente. Lo tenemos unos 10 minutos a 190º y luego quitamos el peso y el papel de encima y espolvoreamos con un poco de azúcar. Lo metemos otra vez unos 5 minutos más.
Lo podemos tener hecho con antelación, guardado en una caja hermética.
La crema simplemente batir el yogur y mascarpone y reservar.
Luego cortamos la fruta en cuadrados regulares, y hacemos un pincho. Calentamos una sartén antiadherente y un poco de azúcar a fuego alto. Cuando empiece a caramelizar echamos el pincho, y lo doramos por todos los lados.
Lo montamos unos minutos antes de servirlo.
A este lo veo pobre, unos frutos secos por encima, o unas lascas de chocolate blanco le irán de perlas.
